Cómo encender un dragón apagado, de Didier Lévy y Fred Benaglia (Libros del Zorro Rojo). Hace un uso variado del color y de los espacios de la doble página.
por Lucía Couso
“¿No arroja fuego? ¿Ni una triste llama? ¿Una chispita? ¿Tu dragón preferido parece una lagartija? ¡Sonríe! Encender un dragón apagado es mi especialidad.” Así comienza el libro álbum Cómo encender un dragón apagado de Didier Lévy y Fred Benaglia, publicado por Libros del Zorro Rojo.
La historia que se construye como un libro de consejos o instrucciones; nos muestra a un personaje, podría ser tanto un niño como una niña, ya que no hay marcas genéricas, que nos da diferentes recomendaciones para devolverle la llama a nuestro dragón cuando se han apagado.
El libro hace un uso variado del color y de los espacios de la doble página, así las ilustraciones y el texto conviven en un diálogo que recuerda tanto al manual de instrucciones ilustrado como a la publicidad.
Reforzadas con las dinámicas ilustraciones y el juego con la tipografía, el narrador inventa diversas artimañas para encender al resistente dragón: saltarle por encima, hacerle cosquillas, regalarle una torta de cumpleaños llena de velitas, pasear maravillado frente a una vidriera con hornos de grandes fuegos que le provoquen celos, entre muchas otras tretas que entrelazan el humor con el amor para cumplir el cometido que da título al libro y estalle el fuego multicolor de la magia.
(*): Integrante de la ong Jitanjáfora